marzo 20, 2016

Cuba es un sueño y una pesadilla

CUBA: UN SUEÑO Y UNA PESADILLA
Entrevista a Manuel Pereira por Moisés Castillo (Revista Siempre!)
Entrevista a Manuel Pereira | Escritor isleño | Exclusiva Siempre!
Dicen que no se puede hacer la historia, sino sólo esperar a que se desarrolle. Y Barack Obama hizo todo lo posible para convertirse en el primer presidente en activo de Estados Unidos que visite Cuba desde que el republicano Calvin Coolidge acudió a la isla en 1928.
Washington y La Habana restablecieron formalmente las relaciones diplomáticas tras más de 55 años de alejamiento, con la apertura de las embajadas el 20 de julio de 2015. Sin embargo, el mandatario Raúl Castro advirtió que sin el levantamiento del bloqueo comercial no habrá una verdadera normalización de las relaciones.
Lo único cierto es que ambas naciones tendrán que superar más de medio siglo de desconfianza y hostilidades. Como lo aseguró la escritora cubana Wendy Guerra a Babelia, el suplemento cultural del diario El País: “No podemos seguir repitiendo las historias de nuestros padres… De niños no pudimos elegir, fuimos educados en el marxismo con la idea de que nada de lo que teníamos era nuestro, todo pertenecía al Estado, y yo me rebelé contra eso”.
Para el escritor cubano Manuel Pereira, quien decidió, en 1990, hacer maletas e irse para siempre de la isla, el mito mayor es que la presencia de Obama va a producir un “giro copernicano” en el país caribeño: “es algo imposible en el corto y mediano plazo, lo cual no resta importancia a la visita”.
Aguijones de la nostalgia
¿Amigos y familiares están entusiasmados por la visita del presidente de Estados Unidos? ¿Cómo interpreta el restablecimiento de las relaciones diplomáticas?
En principio, me parece muy bien. Me alegra todo lo que contribuya a que el pueblo cubano —los de a pie— viva un poco mejor. Pero tampoco me hago muchas ilusiones. Lo mejor tal vez sea que se acabó el recurrente argumento del gobierno echándole al “bloqueo” la culpa de todo lo malo. Me parece que Obama actúa de buena fe, sin embargo, no veo reciprocidad en la otra parte. Soy moderadamente escéptico, y nada me haría más feliz que estar equivocado. Pero a mi edad, ya no se puede vivir de ilusiones para morir de desengaños. Habrá que esperar para ver los frutos reales de esa visita presidencial.
“Sin patria, pero sin amo”
¿Qué le ha dejado de positivo resistir tantos años de dictadura?
Aparte de los aguijones de la nostalgia, he crecido viendo mundo, visitando museos, dominando lenguas como traductor… Mi cosmovisión se ha enriquecido gracias al destierro. No hay mal que por bien no venga. Finalmente he descubierto eso que tantos repiten: “la patria es la lengua”. También he aprendido en este peregrinaje que es mejor vivir “sin patria, pero sin amo”, como decía José Martí. Toda esa resistencia se ha traducido en ganancia.
¿Los cubanos están perdiendo el miedo de hablar libremente del gobierno tras esta apertura?
No lo sé. No estoy allí para saberlo. Algunos amigos han perdido el miedo hace ya mucho tiempo, al igual que otras personas a quienes no conozco personalmente. Es difícil evaluar todo esto en la distancia y tras 26 años de ausencia.
¿Cómo sobreviven los jóvenes en un régimen que miente y destila miedo?
Fingiendo. Es difícil quitarte una máscara que te pusieron siendo niño. Creces con ella y ves que tus mayores también la llevan puesta. Entonces repiten consignas como papagayos mientras preparan en secreto la balsa o sueñan con el matrimonio con una extranjera o extranjero, o se preparan como deportistas para salir en delegación y no regresar, o confían en el sorteo de visas en la embajada americana, o esperan que su música o su pintura o su literatura sea tan buena que consigan una invitación artística o académica al extranjero, como en cierta forma fue mi caso.
Un chiste de mal gusto
¿Por qué si hay muchos ingresos vía turismo, hay tanta gente en la miseria?
Porque las divisas procedentes del turismo van a parar a las arcas del Estado, no al pueblo. Los que tienen la suerte de ser taxistas o camareras, recibirán algunas propinas, pero nada más. No tienen derecho a huelga, ni sindicatos independientes que los defiendan. El sistema es cerrado, estilo soviético. La economía está subordinada a la ideología. La dirigencia no quiere que surja una clase media. Los cubanos no pueden invertir y crear empresas medianas ni mucho menos grandes. Hay tantas prohibiciones y regulaciones que todo el mundo se siente culpable de algo. Si un campesino mata una vaca va preso. Prohibido vender langostas y camarones en un país rodeado de mar. Los cuentapropistas —¡horrible palabreja!— autorizados son payasos, barberos, cerrajeros, relojeros y, en el mejor de los casos, dueño de un paladar o comida corrida, actividades menores, sin contar los draconianos impuestos. Parece una burla, un chiste de mal gusto.
¿Qué violaciones en materia de derechos humanos sufren los cubanos?
¡Uf, no alcanza el espacio de esta entrevista para enumerarlos! Exiliados que no pueden regresar a la isla a vivir de forma permanente, existe un solo partido desde hace más de medio siglo. No hay libertad de prensa. Cuba es uno de los países con menor conectividad en el mundo, un 5%. Menos mal que el gobierno acaba de abrir alrededor de 60 espacios wifi en toda la isla. Otra buena noticia es que a partir de ayer, Obama dio otro paso autorizando a los cubanos de la isla para que puedan tener cuentas bancarias en Estados Unidos. No obstante, las Damas de Blanco siguen siendo reprimidas cada domingo, al igual que otros grupos opositores pacíficos. Dice Obama que está al tanto de todo esto y que hablará sobre el tema con el gobierno. Vamos a ver qué sale de ahí. El problema es que el gobierno de la isla tiene su propia concepción de los derechos humanos, creen que basta con sanidad y educación gratuitas. Y esa visión insuficiente, que sólo atiende lo social sin tomar en cuenta al individuo, no ha cambiado ni un ápice durante más de medio siglo.
El Coco del capitalismo
¿Los cubanos se imaginan sin los Castro? ¿La sociedad cubana ha superado el pasado?
Supongo que muchas personas le tienen miedo al capitalismo poscastrista, lo cual es absurdo pues ya el capitalismo está allí, sólo que conviviendo con lo peor del comunismo. El capitalismo no es un paseo por un lecho de rosas, aunque deja algún margen de maniobra gracias a un mínimo de libertad individual. En tal sentido, todos los remedios anticapitalistas han sido peores que la enfermedad. “La democracia es el menos malo de los sistemas políticos”, decía Churchill. El gobierno de la isla lleva más de medio siglo machacando las mentes de tres generaciones asustándolos con el capitalismo. ¡Uyyy, ahí viene el Coco! Así que imagino que muchas personas —principalmente los mayores— tienen miedo a lo desconocido o a un brusco cambio social y económico. Los jóvenes, en cambio, sólo están pensando en escapar de la isla, porque están llenos de energía, tienen ilusiones y mucho tiempo por delante. ¡Ojalá sus sueños se cumplan!
Puente de plata
Ahora con la posibilidad de entrar y salir libremente de Cuba, ¿ha pensado en regresar a su país, luego de vivir un poco más de una década en México? O como dice el escritor Leonardo Padura: “El problema de los cubanos es que ni huyendo de Cuba salimos de la isla”.
La isla siempre nos acompaña, a veces como un sueño, a veces como una pesadilla. Eso de “entrar y salir libremente” no es del todo exacto. El gobierno insular es muy astuto. De un tiempo a esta parte deja salir a disidentes con la secreta esperanza de que se queden fuera, para quitarse de encima problemas internos y liberar vapor de la caldera. Como dice el refrán: “a enemigo que huye, puente de plata”. Pero la cosa cambia cuando se trata de dejar entrar a periodistas, disidentes o escritores opinantes e incómodos que residen en el extranjero. En ese caso, la puerta se cierra abruptamente.
Yo ya perdí allá lo que más amaba en mi vida: mi madre. Por lo demás, tengo tantos proyectos por delante que carezco de tiempo para pensar en volver. ¿Volver para qué? Allí no tengo nada importante que hacer. Mañana… ¿quién sabe?
En esa isla todo es un misterio, allá impera el realismo mágico. Fíjate que ayer talaron una ceiba sagrada en un lugar emblemático de La Habana y en su lugar sembraron otra más joven. La anterior estaba enferma y la habían plantado en 1959 o 1960. Ahora la sustituta coincide con la visita de Obama, y muchos piensan que se trata del inicio de una nueva era a través del simbolismo vegetal, como en un ritual yoruba, o en los misterios eleusinos, o en una profecía de Nostradamus.

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