¿Cómo auguras que será el año 2012 para Cuba?
“No tengo ni la menor idea. Tampoco quiero aventurarme en vaticinios a tan corto plazo. Eso se lo dejo a NostraCastrus, quien lo hace a la perfección profetizando inminentes guerras nucleares”.
¿Cuáles son tus deseos para la Cuba de 2012?
“Hace muchos años aprendí que era mejor no vivir de ilusiones, para no morir de desengaños. Mi último sueño data de 1988, cuando pensé que en Cuba ocurriría algo parecido a la Perestroika y la Glasnot de Gorbachov. Desde entonces nunca he vuelto a soñar. Me limito a observar y a meditar, cada vez con mayor distancia crítica, geográfica y sentimental. No me hago ninguna ilusión con supuestos ‘cambios que no son más que otra tomadura de pelo. Una vez —según Pascal— la suerte del mundo dependió del tamaño de la nariz de una reina egipcia. Ahora parece que el destino de la Isla depende de dos enfermos. Sus males son secretos de Estado. Ya sean dolencias pélvicas, prostáticas o anales, lo cierto es que los anales de la historia han perdido en elegancia y ganado en fetidez”.
(*) Publicado por Cubaencuentro.
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